domingo, 29 de julio de 2012

Bajo el sol...

Atisbo los ojos
y veo,
unos mantos verdes
escapándose
al ningún grito
ensordecido.

Arrimando, apenas,
percibo 
la brisa ondeante
del olvido.

Y también puedo
apreciar
tu estéril deseo
ensobrado
en un látex repetido.

¿Por qué insistir
en la dramaturgia
reiterada
del vacío?

No me atrevo,
eso si,
a ver la faz
en el latir
solitario del destino.