miércoles, 23 de marzo de 2011

Conversaciones con la chica del peaje ...ojalá sean buenas...

No hay dios, gritaba Zeus. Y el mismo era dios.
Nunca se muere, dijo Cristo. Y al siguiente día lo estaban crucificando entre las piedras.
Vamos a las noticias, setenció el locutor.
Ojalá sean buenas, desafió el oyente.
Las noticias son noticias ni buenas ni malas, vomitó el locutor.
Silencio apichonado del oyente.
Conclusión: el locutor es más que Zeus y Cristo junto. Aplaza al oyente y desplaza al verbo.
Se acaba de crear locutorocracia. El gobierno inverosimil de los que conducen los programas de radio por las noches interminables del otoño modelo siglo XXI. Entre desvelos y alzheimer...
Esfetefe quieferefe cafagarfa masfa alfatofo quefe elfe cufulofo... me susurras al oido. Y te pierdes entre los autos detenidos.

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