No te pensé en tal
abandónica tarea.
Ni sospeché,
el abnegado
esmerilado.
Aunque arremetieron ya,
casi tres lustros,
el pretexto,
no justifica
lo olvidado.
Los institucionalistas
franceses
opinaron:
Pópuli tantum
est.
Esconder la módica
moneda,
detrás del devaneo;
es digna canallada
miserable.
Y refugiarse
en el tierno corazón,
alberga;
la picardía impune,
de lo aventajado.
domingo, 29 de abril de 2012
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