viernes, 2 de abril de 2010

Muchacha ojos de papel

Esa voz adolescente. Esos acordes inéditos. Esos años sin estrenar. El mundo parecía recién hecho. Todo asombro. Sin nostalgia. Sin pretérito.
Y escuchar "muchacha voz de gorrión..." y dar la vida en ella. Y mirar el mar en sus profundos ojos, y confundir el cielo con la tierra, en el único instante esperado que resultará eterno.
Un secreto compartido entre vos y yo, muchacha. Una perla protegida por la legendaria melodía, que ya otros habían susurrado, pero que para nosotros dos resultaba un regalo por abrir.
Muchacha ojos de papel. Del más fino de los papeles. De aquellos papeles que sirven para escribir miradas que se quedan estampadas, por siempre, en el alma. Imborrables. Imperecederas.
Cronos nos desvela. Creo que se escondió detrás de tus pestañas grises. Cronos y Eros se han unido para desgastar esos ojos de papel de la muchacha aquella. Que se resiste al ultraje con el único recurso conocido: la extrañeza.
Ya no te percibo muchacha ojos de papel. Solo el frío cálculo del destino dejó en pie a la canción. No pudo con ella. Tampoco conmigo.
Pero te recuerdo, "muchacha pechos de miel, piel de rayón...", porque sigo convencido que aún compartimos nuestro inalterable secreto. A pesar del tiempo. En un para siempre.

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