A veces constriñe el presente sin salida. A veces se confunden los vientos y los remolinos se truncan en el medio de la vida. Pero siempre el desgano. El no gano. El sin ganar.
A veces resulta un tunel de vidrio y de papel. A veces equivale a una serie indefinida de separaciones y reencuentros fugaces. El ansia de ganas es clave. El deseo de la gana por la gana misma es imperturbable. Pero siempre el inicio. Pero siempre el principio y el volverse circular y encerrarse sobre sí.
Para justificar y dar prisa a la escena, se monta un escenario. Para interpretar el mensaje percibido solo se necesita de una corchea o una fusa que atraviese el espacio con su filo inclaudicable y su incansable nadería.
El espacio por el espacio mismo no da ganas. Desgano, sabe que sin ganar no hay otra oportunidad. Esa es la regla del juego.
martes, 2 de marzo de 2010
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